viernes, 29 de agosto de 2014

TEMA 9 LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA



1. INTRODUCCIÓN

2. EL CONTEXTO NACIONAL E INTERNACIONAL

2.1. La situación internacional: la I Guerra Mundial y la Revolución Bolchevique
2.2. Los partidos políticos de oposición
2.3. La lucha sindical
2.4. El problema de Marruecos
2.5. El golpe de Estado


3. LA DICTADURA (1923-1931)

3.1. La evolución política: el directorio militar y el directorio civil.
a) El Directorio Militar (1923-1925)
b) El Directorio Civil (1925-1930)

3.2. La política económica

3.3. La política social
3.4. La oposición a la Dictadura
3.5. La caída del dictador y de la monarquía
3.6. La Dictadura primorriverista en Andalucía


1.    INTRODUCCIÓN

El 13 de septiembre de 1923 el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado con el que puso punto y final al decrépito sistema de la Restauración, iniciándose un período de dictadura militar que se extendió hasta 1931.

  El sistema político de la Restauración, en el que los partidos dinásticos se iban turnando en el poder de manera pacífica y pactada, se mantuvo operativo hasta el establecimiento de la dictadura. Sin embargo, en los últimos años de funcionamiento el sistema mostraba claros signos de desgaste, y a medida que se acentuaba la crisis institucional aumentaba el ruido de sables.

      La caída de la dictadura terminó arrastrando al rey, Alfonso XIII, debido a la actitud permisiva que mantuvo ante el establecimiento y el desarrollo del régimen, lo cual lo lastró en gran medida, y a su incapacidad, debido a múltiples factores, para liderar un proceso de transición política que posibilitara el regreso a un sistema constitucional.


2. EL CONTEXTO INTERNACIONAL Y NACIONAL

     2.1. La situación internacional: la I Guerra Mundial y la Revolución Bolchevique

   La postura neutral que mantuvo España durante La Gran Guerra (1914-1918) se derivó en gran medida del hecho de no haber participado en los sistemas de alianzas internacionales que se habían venido estableciendo durante los años precedentes entre las principales potencias europeas.

      La no participación en la guerra propició una cierta expansión de la economía española, ya que el conflicto redujo la capacidad productiva de los países beligerantes, y España, por su cercanía geográfica, se convirtió en un importante suministrador de productos industriales y agrarios. Sin embargo, el aumento de la demanda de productos españoles, aunque estimuló el crecimiento de la producción, provocó una subida paralela de los precios. Por lo tanto, aunque el aumento de la demanda benefició por un lado a la industria catalana y vasca y a la minería asturiana fundamentalmente, por otro lado acentuó la situación de pobreza de las clases populares.

      Durante la Gran Guerra estalló, en 1917, la Revolución bolchevique en Rusia. Era la primera vez que un partido obrero conseguía hacerse con el poder e iniciaba la construcción de un estado de los trabajadores. La burguesía europea, atemorizada ante una eventual emulación de la revolución proletaria, exigió a los gobiernos un endurecimiento de la represión contra los partidos obreros, produciéndose un aumento considerable de la conflictividad social en durante estos años.


      2.2. Los partidos políticos de oposición

     Los principales partidos de la oposición en los años previos al establecimiento de la dictadura de Primo de Rivera fueron los siguientes:
·  Partido Republicano Radical de Lerroux. Conoció un importante retroceso electoral durante esta época, debido a la pérdida de apoyo por parte del sector obrero, que comenzó a respaldar a partidos obreristas. Esto impulsó a este partido hacia posiciones cada vez más conservadoras.

·  Partido Reformista de Melquíades Álvarez. Se trataba de un partido republicano, laico y anti-caciquil, que aspiraba a reformar el corrupto sistema político español. Durante esta época fue separándose cada vez más de los posicionamientos políticos socialistas, acercándose a los liberales.

·  Partido Socialista. Conoció un fuerte incremento de su filiación y fuerza electoral. El estallido de la revolución rusa provocó un conflicto interno dentro del partido que desembocó en la escisión de un sector partidario de apoyar la revolución bolchevique rusa e ingresar en la III Internacional, la Komintern, organización fundada por Lenin y Partido Comunista Ruso en 1919 con el objetivo de extender la revolución por el mundo y terminar con el sistema capitalista. Este grupo fundó en 1920 el Partido Comunista Español (PCE)


      2.3. La lucha sindical

       Durante esta época los sindicatos obreros conocieron un fortísimo crecimiento, especialmente la CNT (Confederación nacional de Trabajadores), que pasó de 15.000 afiliados en 1915 a 700.000 en 1919. En Andalucía, la situación de miseria en la que vivía el campesinado y las aspiraciones de cambio social que alimentaba el triunfo de la revolución soviética impulsaron numerosas revueltas protagonizadas por los anarquistas en las que se quemaron cosechas, se ocuparon tierras y se repartieron propiedades. El historiador Díaz del Moral acuñó la afortunada denominación “Trienio Bolchevique” para referirse a esta explosiva situación prerrevolucionaria que vivió Andalucía entre 1918 y 1921. La gravedad de los acontecimientos llevó al gobierno a declarar la situación de guerra, prohibir las asociaciones obreras y detener a los principales líderes sindicales.

      En Barcelona, la conflictividad social también se acentuó. Los enfrentamientos entre la patronal y los sindicatos se radicalizaron a partir de 1919. Los representantes de los empresarios crearon la Federación Patronal para luchar contra las fuerzas obreras. Recurrieron a la contratación de pistoleros a sueldo para asesinar a los principales líderes sindicalistas. Por otro lado hubo sectores anarquistas que optaron por la violencia y los atentados como estrategia de lucha. Entre estos destaca el grupo de los Solidarios, donde
Solidarios
encontramos militantes como Juan García Oliver, Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso. Los dos últimos murieron años más tarde, en 1936, luchando contra los sublevados en la Guerra Civil Española. La patronal contó además con el apoyo del gobierno para ejercer la represión sindicalista. Todo esto ha hecho que esta época sea conocida como la época del pistolerismo. Durante estos años hubo más de 800 atentados en los que murieron conocidos empresarios y políticos, así como los principales líderes de los movimientos obreros. Es de destacar el asesinato perpetrado por anarcosindicalistas del presidente del gobierno, Eduardo Dato, en 1921. Uno de los episodios más violentos se inició a raíz de la huelga comenzada en Barcelona en febrero de 1919 por los trabajadores de la empresa de energía eléctrica la Canadiense, que se prolongó durante cuarenta y ocho días, provocando la paralización del 70% de la industria catalana.


      2.4. El problema de Marruecos

       El gobierno español emprendió en Marruecos una agresiva política militar, tras la pérdida de las últimas colonias ultramarinas en 1898, para afianzar el control sobre la zona. Estas acciones fueron impulsadas por algunos grupos empresariales españoles con grandes intereses económicos allí. Sin embargo, la guerra de Marruecos generó un fuerte movimiento de repulsa entre los sectores más humildes, de donde salían los efectivos humanos llamados a defender la colonia norteafricana. La zona occidental, de Ceuta y Tetuán, no fue difícil de controlar, sin embargo la zona oriental ofreció una feroz resistencia al dominio español. Los enfrentamientos entre el ejército español y los rifeños fueron numerosos, aunque cabe destacar el ataque por sorpresa protagonizado por estos últimos al puesto español de Annual, en el que murieron unos 13.000 soldados españoles. El ejército español envió pronto nuevas tropas que consiguieron recuperar rápida y fácilmente las posiciones perdidas, sin embargo el Desastre de Annual provocó una fuerte desestabilización política.








     El gobierno se vio forzado a dimitir, formándose un nuevo gobierno de concentración presidido por Antonio Maura en el que había representación de todas las fuerzas políticas. El Congreso encargó a una comisión la investigación del desastre de Annual. Ésta elaboró un informe, conocido como el Expediente Picasso, que provocó fuertes debates parlamentarios y contó con el rechazo rotundo del ejército, ya que dicho informe responsabilizaba del desastre a los principales mandos militares e incluso a Alfonso XIII, promotor de la ofensiva norteafricana. Socialistas y republicanos exigieron en el parlamento que tanto los mandos militares como el rey asumieran sus responsabilidades.


      2.5. El golpe de Estado

       Varios días antes de la fecha prevista para discutir en Cortes el expediente Picasso, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado, la noche del 12 al 13 de septiembre de 1923.

     Primo de Rivera exigió la disolución inmediata del gobierno y la entrega del poder a los militares. Alfonso XIII decidió acceder a dichas peticiones, encomendando la formación de un nuevo gobierno integrado únicamente por militares.


Proclamacion de la Ley Marcial

     Primo de Rivera justificó el golpe de estado aduciendo que el régimen constitucional estaba bloqueado y que existía un gran riesgo de revolución social y se presentó como el remedio necesario para impulsar una regeneración del país.

     Anunció su pretensión de terminar con el caciquismo y la corrupción política, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. Sin embargo hay que tener en cuenta que por otro lado con el golpe de estado Primo de Rivera evitaba la democratización del sistema político promovido por el último gobierno de concentración dirigido por García Prieto. Atendiendo a esto, su acción puede ser interpretada más como un intento de frenar las reformas que como la pretensión de regenerar el sistema moribundo de la restauración.


3. LA DICTADURA (1923-1931)

      3.1. La evolución política: el directorio militar y el directorio civil.
 


 
     a) El Directorio Militar (1923-1925)

     En esta primera fase Primo de Rivera constituyó un gobierno de carácter interino integrado exclusivamente por militares con el que pretendía hacer frente y resolver los graves problemas que amenazaban a España. Las principales medidas adoptadas por este gobierno fueron muy duras:  

  • ·  La Constitución de 1876 fue suspendida.
  • ·  Las Cámaras legislativas (Congreso y Senado) disueltas.
  • ·  Los partidos políticos y los sindicatos fueron prohibidos.
  • ·  Las autoridades civiles locales fueron cesadas. Con ello pretendía acabar con la élite oligárquica y el caciquismo.

Miguel Primo de Rivera creó en 1924 un nuevo partido gubernamental, la Unión Patriótica, con el objetivo de prestar apoyo social a la dictadura. Se trató de un partido en el que se quería integrar a toda la sociedad y con el que se pretendía sustituir a todos los partidos políticos tradicionales, a los que
consideraba corruptos. Sus principales afiliados procedían de la antigua oligarquía caciquil, el carlismo, la oligarquía agrícola y el catolicismo. Aunque Primo de Rivera anunció como uno de los objetivos principales del régimen terminar con la oligarquía y el caciquismo, muchos de los integrantes de estos grupos se incorporaron a la Unión Patriótica, reciclándose políticamente, lo cual les permitió mantenerse ligados al poder.     
     Este partido le sirvió al régimen para hacer propaganda de la dictadura y de la ideología derechista y católica que defendía. Las líneas ideológicas principales de la Unión Patriótica fueron:

  • ·  Rechazo de la democracia liberal y del sistema parlamentarista.
  • ·  Nacionalismo centralista anti-regionalista.
  • ·  Defensa a ultranza de la religión católica.
     El lema adoptado por la Unión Patriótica fue patria, religión y monarquía, adaptación del lema carlista dios, patria y rey. De entre los afiliados al partido salían los cargos para los ayuntamientos, las diputaciones y los gobiernos civiles.


           b) El Directorio Civil (1925-1930)

A partir de 1925 Primo de Rivera trató de iniciar una nueva fase política que condujese a la institucionalización del régimen. Para ello trató de crear una Asamblea legislativa, una nueva constitución y un partido político único, la Unión Patriótica.

     En 1927 convocó una Asamblea Nacional consultiva en 1927, similar al Gran consejo Fascista italiano creado por Mussolini, formada por miembros

de la Unión Patriótica que fueron elegidos mediante sufragio restringido. A esta Asamblea se le encomendó la tarea de redactar una nueva constitución. Sin embargo, el proyecto no llegó a conseguir el consenso suficiente y nunca llegaría a entrar en vigor.

     Durante esta fase Miguel Primo de Rivera asumió personalmente el mando de las operaciones militares en Marruecos con la intención de liquidar el conflicto en el norte de África. A partir de 1925 España colaboró militarmente

con Francia. Fruto de esta colaboración se planeó y se llevó a cabo un desembarco en Alhucemas ese mismo año que condujo a la victoria definitiva sobre los rebeldes rifeños. La guerra de Marruecos había llegado a su fin y la victoria dio a Primo de Rivera una enorme popularidad.
Desembarco de Alhucemas


      3.2. La política económica

     Durante los años veinte la dictadura se benefició de una coyuntura económica internacional muy favorable. El estado puso en marcha una política económica de carácter paternalista, de revolución desde arriba, que condujo a la puesta en marcha de ambiciosos proyectos de obras públicas, como la construcción de pantanos, ferrocarriles y carreteras. Esta política, aunque benefició en gran medida a algunas regiones, provocó sin embargo un fuerte déficit presupuestario y el endeudamiento del estado.


Se caracterizó por la fuerte intervención del Estado en todos los ámbitos de la economía del país, dando lugar a una auténtica economía  “planificada” dirigida por el Consejo de Economía Nacional que controlaba todos los sectores productivos y supervisaba todos los detalles de todas las actividades económicas.

 Se reforzó el proteccionismo arancelario y se incrementaron las inversiones en obras públicas: carreteras (plan de firmes especiales que preveían construir 7.000 kilómetros de modernas carreteras), ferrocarriles (las
empresas ferroviarias recibieron grandes créditos para su modernización), pantanos (confederaciones Hidrográficas), casas sociales, etc. Se crearon los monopolios de Tabacalera, Telefónica (concedida a la compañía norteamericana ITT) y CAMPSA (encargada de la importación y refinado de petróleo y controlada por un consorcio de 41 bancos españoles). El resultado de esta política fue el aumento espectacular de la producción (sobre todo hierro y cemento), y el descenso del paro.


Puede decirse que es el momento en el que España experimentó un  mayor crecimiento económico hasta esos momentos, hecho que se resaltó de  manera propagandística mediante la celebración de grandes Exposiciones en  1929 (Internacional en Barcelona, Hispanoamericana en Sevilla). Sin embargó no se abordó el principal problema económico del país: el agrícola, que mantenía en la miseria a millones de jornaleros en los latifundios del sur y a muchos pequeños propietarios en el norte.



Las causas del crecimiento económico son:
  • La buena coyuntura económica internacional

  • La armonización de las actividades productivas

  • El fuerte endeudamiento del Estado que, a pesar de una buena política recaudatoria que consiguió terminar con superávit en el presupuesto ordinario, creció muchísimo mediante presupuestos extraordinarios dirigidos a la financiación de las obras públicas.


          3.3. La política social

     Para evitar los conflictos sociales se creó la Organización Corporativa Nacional, organizada en profesiones, con comités integrados por el mismo número de patronos y obreros. Reglamentaban los salarios y las condiciones laborales y actuaban como árbitros en caso de conflicto. La UGT prestó su apoyo a estos comités, mientras la CNT fue prohibida.


     Asimismo se puso en marcha una importante política de construcción de casas baratas para mejorar las condiciones de vida de las clases más humildes.


La Dictadura puso en marcha un modelo de regulación del trabajo que pretendía:

  • Eliminar los conflictos sociales mediante la intervención del Estado
  • La integración de los sectores moderados del movimiento obrero (UGT)
  • La represión de las organizaciones más radicales como la CNT
  • Se creó la Organización Corporativa Nacional (“Estado corporativo”), que dividía a la población trabajadora en 27 corporaciones que formaban los comités paritarios, integrados por representantes de los patronos y obreros, con un delegado gubernativo que actuaba de árbitro. Su función era resolver los conflictos laborales evitando los conflictos y las huelgas. Los socialistas participaron en ellos y Francisco Largo Caballero fue Consejero Nacional
  • Uno de los aspectos más destacados de la Dictadura fue el impulso a la instrucción pública abandonada absolutamente en el periodo de la Restauración mediante la construcción de nuevas escuelas y la contratación de maestros. En cambio, se produjeron numerosos recortes a la libertad de cátedra (lo que costó numerosos enfrentamientos entre la Universidad y el dictador) y se potenció exageradamente la enseñanza privada y religiosa.
  • También se mejoró la asistencia sanitaria

       3.4. La oposición a la Dictadura

     Pasados los primeros años de dictadura, la oposición se organizó e intensificó en torno a los siguientes grupos:

  • ·  Los republicanos, que se organizaron en torno a la Alianza Republicana.
  • ·  Los anarquistas, integrados en la CNT, se dividieron: por una parte estaban los que defendían el diálogo y por otra los que eran partidarios de la insurrección popular violenta. Estos últimos fundaron en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI).
  • ·  Los comunistas.
  • ·  Algunos sectores del ejército.
  • ·  La práctica totalidad de los intelectuales, entre los que destacan figuras como Unamuno, Ortega y Gasset, Blasco Ibáñez y Menéndez Pidal.
  • ·  Los socialistas: el PSOE rechazó el régimen en 1929 y se declaró a favor de la República.

3.5. La caída del dictador y de la monarquía
     El régimen fue perdiendo todos sus apoyos. Alfonso XIII, temeroso de que la caída de la dictadura le afectase negativamente, ya que él había sido su principal valedor, decidió retirar su apoyo a Primo de Rivera, el cual dimitió en enero de 1930.
     El rey nombró jefe de Gobierno al general Berenguer con la intención de que éste organizase la vuelta al régimen constitucional.

     El cambio se fue desarrollando de una manera demasiado lenta. La prensa calificó al nuevo gobierno como la Dictablanda. Al mismo tiempo los republicanos, catalanistas de izquierda y el PSOE firmaban el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930), a través del cual acordaron constituir un Comité Revolucionario encabezado por Alcalá Zamora que se encargaría de contactar con los militares republicanos y con los representantes de los obreros para organizar un levantamiento armado que hiciera caer el régimen.

     Sin embargo los planes de los conspiradores organizados en torno al Pacto de San Sebastián se vieron frustrados como consecuencia del levantamiento militar de Jaca del 12 de diciembre de 1930 a favor de la república protagonizado por los capitanes Fermín Galán y García Hernández. Esta
Fermín Galán  y  García Hernández
sublevación fue rápidamente controlada por el gobierno, siendo sus promotores fusilados, lo cual contribuyó a avivar los sentimientos republicanistas entre la opinión pública. Después fueron detenidos la mayor parte de los integrantes del comité revolucionario. A pesar de los intentos del gobierno por aplastar el movimiento republicanista, éste continuó creciendo.
     La difícil situación política llevó a Berenguer a dimitir. En febrero de 1931 el almirante Aznar estableció un nuevo gobierno, prometiendo elecciones y la formación de Cortes constituyentes. El 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales. En principio no se esperaba ningún cambio radical, se convocaron con la intención de hacer un sondeo previo a las elecciones legislativas. Sin embargo fueron entendidas por la mayoría de los
Mensaje de Alfonso XIII al País
españoles como un plebiscito a favor o en contra de una monarquía excesivamente identificada con la dictadura. La interpretación de los resultados ha sido objeto de controversia historiográfica, ya que aunque el cómputo global de los votos parecía ser favorable a la monarquía, en los distritos electorales urbanos, menos influenciados los sistemas clientelares caciquiles, el voto republicano consiguió una clara mayoría. Esto forzó la abdicación de Alfonso XIII pocas horas después y el 14 de abril de 1931 fue proclamada la Segunda República Española.


 

      3.6. La Dictadura primorriverista en Andalucía
      Parece que en Andalucía la caída del sistema de la Restauración y las promesas expuestas por el andaluz Primo de Rivera en su manifiesto del 13 de septiembre de 1923 fueron muy bien acogidas por la mayoría. Si bien es cierto que desde un principio el obrerismo de corte anarquista organizado en torno a la CNT mostró un claro rechazo al nuevo régimen, que iría en aumento a medida que avanzaba su mandato.
      El directorio militar, impulsado por unos afanes regeneracionistas y anticaciquiles, emprendió una labor de depuración de la administración, aunque su intensidad varió dependiendo de los distintos gobernadores responsables. Los ayuntamientos y diputaciones fueron disueltos y sustituidos por otros de nombramiento gubernativo. Asimismo se enviaron a los municipios a unos comisionados con la intención de investigar las prácticas políticas locales de los años precedentes, lo que provocó algunos suicidios y algunas huidas a América.
      El caciquismo no fue erradicado en Andalucía. Hubo zonas donde las redes clientelares variaron nominalmente, y otras donde no se produjo el más mínimo cambio. Es más, los viejos caciques pasaron a formar parte de las nuevas organizaciones regeneracionistas impulsadas por Primo de Rivera, como el Somatén o la Unión Patriótica.
      Durante la dictadura fueron numerosas las obras públicas emprendidas en la región andaluza, más que en el resto del país:
  • ·  Se mejoraron las instalaciones portuarias.
  • · Se construyeron pantanos y se aumentaron las zonas de riego del bajo   Guadalquivir.
  •  Se construyeron o reacondicionaron carreteras, escuelas y líneas de ferrocarril. Se planteó el ambicioso proyecto de completar el tendido ferroviario transversal, pero no llegó a realizarse.
  • · Se mejoraron las dotaciones higiénico-sanitarias, etc.

      En casi todas las ciudades y pueblos andaluces se acometieron importantes obras que, por otra parte, provocaron el endeudamiento de las haciendas municipales.

      La política económica emprendida logró reactivar algunos sectores, como por ejemplo el de las construcciones navales en Cádiz o el de la producción de mármol en Almería. Asimismo en 1927 se constituyó la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que no llegó a tener una repercusión importante debido a la caída del régimen. El mayor símbolo de la gestión primorriverista en Andalucía lo constituye la Exposición Iberoamericana de 1929 de Sevilla, con la se cerró la dictadura.
Fuente: Profesor Antonio Martín Martín

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