jueves, 5 de febrero de 2015

ARTICULO DE SILVELA: ESPAÑA SIN PULSO


                                  "España sin pulso"
Varones Ilustres, ¿hasta cuándo se-
réis de corazón duro? ¿Por qué amáis
la vanidad y vais tras la mentira?."
(Isaías. Salmo IV )

Quisiéramos oír esas o parecidas palabras brotando de los labios del pueblo; pero no se oye nada: no se percibe agitación en los espíritus, ni movimiento en las gentes.

Los doctores de la política y los facultativos de cabecera estudiarán, sin duda, el mal: discurrirán sobre sus orígenes, su clasificación y sus remedios ; pero el más ajeno a la ciencia que preste alguna atención a asuntos públicos observa este singular estado de España : dondequiera que se ponga el tacto, no se encuentra el pulso.

Monárquicos, republicanos, conservadores. liberales, todos los que tengan algún interés en que este cuerpo nacional viva, es fuerza se alarmen y preocupen con tal suceso. Las turbulencias se encauzan; las rebeldías se reprimen: hasta las locuras se reducen a la razón por la pena o por el acertado régimen : pero el corazón que cesa de latir y va dejando frías e insensibles todas las regiones del cuerpo. anuncia la descomposición y la muerte al más lego.

La guerra con los ingratos hijos de Cuba no movió una sola fibra del sentimiento popular. Hablaban con elocuencia los oradores en las cámaras de sacrificar la última peseta y derramar la postrer gota de sangre... de los demás ; obsequiaban los Ayuntamientos a los soldados, que saludaban y marchaban sumisos, trayendo a la memoria el Ave César de los gladiadores romanos : sonaba la Marcha de Cádiz ; aplaudía la prensa, y el país, inerte, dejaba hacer. Era, decíamos, que no interesaba su alma una lucha civil, una guerra contra la naturaleza y el clima, sin triunfos y sin derrotas.

Se descubre más tarde nuestro verdadero enemigo ; lanza un reto brutal; vamos a la guerra extranjera; se acumulan en pocos días, en breves horas, las excitaciones más vivas de la esperanza, de la ilusión, de la victoria, de las decepciones crueles. de los desencantos más amargos, y apenas si se intenta en las arterias del Suizo y de las Cuatro Calles una leve agitación por el gastado procedimiento de las antiguas recepciones y despedidas de andén de los tiempos heroicos del señor Romero Robledo.

Se hace la paz, la razón la aconseja, los hombres de sereno juicio no la discuten; pero ella significa nuestro vencimiento, la expulsión de nuestra bandera de las tierras que descubrimos y conquistamos; todos ven que alguna diligencia más en los caudillos, mayor previsión en los Gobiernos hubieran bastado para arrancar algún momento de gloria para nosotros, una fecha o una victoria en la que descansar de tan universal decadencia y posar los ojos y los de nuestros hijos con fe en nuestra raza : todos esperaban o temían algún estremecimiento de la conciencia popular; sólo se advierte una nube general de silenciosa tristeza que presta como un fondo gris al cuadro, pero sin alterar vida, ni costumbres, ni diversiones, ni sumisión al que, sin saber por qué ni para qué, le toque ocupar el Gobierno.

Es que el materialismo nos ha invadido, se dice : es que el egoísmo nos mata: que han pasado las ideas del deber, de la gloria, del honor nacional; que se han amortiguado las pasiones guerreras, que nadie piensa más que en su personal beneficio.

Profundo error ; ese conjunto de pasiones buenas y malas constituyen el alma de los pueblos, vivirán lo que viva el hombre, porque son expresión de su naturaleza esencial. Lo que hay es que cuando los pueblos se debilitan y mueren su pasiones. no es que se transforman y se modifican sus instintos, o sus ideas, o sus afecciones y maneras de sentir; es que se acaban por una causa más grave aún : por la extinción de la vida.

Así hemos visto que la propia pasividad que ha demostrado el país ante la guerra civil, ante la lucha con el extranjero, ante el vencimiento sin gloria, ante la incapacidad que esterilizaba los esfuerzos y desperdiciaba las ocasiones la ha acreditado para dejarse arrebatar sus hijos y perder sus tesoros; y amputaciones tan crueles como el pago en pesetas de las Cubas y del Exterior, se han sufrido sin una queja por las clases medias, siempre las más prontas y mejor habilitadas para la resistencia y el ruido.

En vano la prensa de gran circulación, alentada por los éxitos logrados en sucesos de menor monta, se ha esforzado en mover la opinión, llamando a la puerta de las pasiones populares, sin reparar en medios y con sobradas razones muchas veces en cuanto se refiere a errores, deficiencias e imprevisiones de gobernantes: todo ha sido inútil y con visible simpatía mira gran parte del país la censura previa, no porque entienda defiende el orden y la paz, sino porque le atenúa y suaviza el pasto espiritual que a diario le sirven los periódicos y los pone más en armonía con su indiferencia y flojedad de nervios. No hay exageración en esta pintura, ni pesimismo en deducir de ella, como en el clásico epigrama,
que una cosa tan bellaca
no puede parar en bien.
Que contemplen tal y tan notorio estrago los extraños con indiferencia, y que lo señalen y lo hagan constar los que pudieran ser herederos de nuestro patrimonio con delectación poco disimulada, se explica : pero los que tienen por oficio y ministerio la dirección del estado no cumplirán sus más elementales deberes si no acuden con apremio y con energía al remedio, procurando atajar el daño con el total cambio del régimen que ha traído a tal estado el espíritu público.
Hay que dejar la mentira y desposarse con la verdad; hay que abandonar las vanidades y sujetarse a la realidad, reconstituyendo todos los organismos de la vida nacional sobre los cimientos, modestos, pero firmes, que nuestros medios nos consienten, no sobre las formas huecas de un convencionalismo que, como a nadie engaña, a todos desalienta y burla.
No hay que fingir arsenales y astilleros donde sólo hay edificios y plantillas de personal que nada guardan y nada construyen: no hay que suponer escuadras que no maniobran ni disparan, ni citar como ejércitos las meras agregaciones de mozos sorteables ni empeñarse con conservar más de lo que podamos administrar sin ficciones desastrosas, ni prodigar recompensas para que se deduzcan de ellas heroísmos, y hay que levantar a toda costa, y sin pararse en amarguras y sacrificios y riesgos de parciales disgustos y rebeldías, el concepto moral de los gobiernos centrales, porque si esa dignificación no se logra, la descomposición del cuerpo nacional es segura.
El efecto inevitable del menosprecio de un país respecto de su Poder central es el mismo que en todos los cuerpos vivos produce la anemia y la decadencia de la fuerza cerebral : primero, la atonía, y después, la disgregación y la muerte.Las enfermedades´ dice el vulgo, que entran por arrobas y salen por adarmes, y esta popular expresión es harto más visible y clara en los males públicos.
La degeneración de nuestras facultades y potencias tutelares ha desbaratado nuestra dominación en América y tiene en grave disputa la del Extremo Oriente; pero aún es más grave que la misma corrupción y endeblez del avance de las extremidades a los organismos más nobles y preciosos del tronco, y ello vendrá sin remedio si no se reconstituye y dignifica la acción del Estado. Engañados grandemente vivirán los que crean que por no vocear los republicanos en las ciudades, ni alzarse los carlistas en la montaña, ni cuajar los intentos de tales o cuales jefes de los cuarteles, ni cuidarse el país de que la imprenta calle o las elecciones se mixtifiquen, o los Ayuntamientos exploten sin ruido las concejalías y los Gobernadores los juegos y los servicios, está asegurado el orden y es inconmovible el Trono, y nada hay que temer ya de los males interiores que a otras generaciones afligieron. Si pronto no se cambia radicalmente de rumbo, el riesgo es infinitamente mayor, por lo mismo que es más hondo´ y de remedio imposible, si se acude tarde ; el riesgo es el total quebranto de los vínculos nacionales y la condenación, por nosotros mismos, de nuestro destino como pueblo europeo y tras de la propia condenación, claro es que no se hará esperar quien en su provecho y en nuestro daño la ejecute.
Artículo de Silvela publicado sin firma en el diario madrileño El Tiempo el 16 de agosto de 1898
Referencias del autor: Francisco Silvela y de la Vielleuze (1845-1905) es el jefe de la facción principal de uno de los partidos turnantes, del partido conservador, tras morir asesinado Cánovas en 1897, era caudillo principal del partido y pronto sería presidente del gobierno.
(No se decía entonces líderes, como ahora, sino "caudillos", expresión que utiliza el propio Silvela en otro pasaje de este mismo artículo. Caudillo significa cabecilla).
Es uno de los responsables del sistema de la Restauración
y de la marginación y manipulación en que se mantenía al pueblo, en nombre del cual se decía gobernar, al que se le mete en catástrofes socioeconómicas y políticas y al que encima se le culpabiliza de ellas. 

 
Clasificación del texto, que es un artículo de fondo publicado en El Tiempo el 16 de agosto de 1898, a los cuatro días de la firma del Protocolo de Washington (preliminar del Tratado de Paz) en el que el gobierno español aceptaba la pérdida de Cuba y Puerto Rico y no eludía la de Filipinas, que se producirá en el Tratado de Paz, cuatro meses después; y que es un artículo que inaugura el género de comentarios sobre "el Desastre", que es como se denominó a la derrota de 1898.
  • Como fuente: Es un artículo político, sólo es fuente histórica, realmente, para conocer la impresión que dice tener el autor, porque ni siquiera nos demuestra que sea sincero.
    Tomar los textos de los políticos en los que sólo hacen propaganda que falsea la realidad, como si fuesen fuentes históricas que expresan la realidad, es lo que hace que los libros de historia que así se elaboran no sirvan para conocer la historia. Bien es verdad que el objetivo de la implantación de libros que repiten los tópicos políticos falsos y de asignaturas basadas en esos libros es la propaganda y el adoctrinamiento y no el conocimiento de la realidad.
  • Según su materia: político, pseudosocial, pseudomoral, porque son las opiniones de un político que responsabiliza a otros, en este caso al pueblo, y no reconoce la responsabilidad del sistema y la parte de responsabilidad que él mismo tiene en el sistema que dirige al pueblo.
  • Según su carácter: es un artículo político de opinión.
  •  
Contexto histórico remoto y antecedentes lejanos:
  • El liberalismo y el nacionalismo en España y en los países hispanos:
    • Porque el dominio de España por los liberales en nombre del Pueblo y de la Nación margina y oprime al pueblo y le habla de grandezas de la Nación.
    • Porque siembra nacionalismo, de momento, españolista. Pero el nacionalismo se había ya aplicado a los países hispanos donde había originado ya la "emancipación" promovida por el mismo nacionalismo en forma antiespañolista.
    • Porque ahora se habían levantado también en Cuba y Filipinas en virtud del mismo nacionalismo estas insurrecciones antiespañolas independentistas.
    • Porque, además, como el liberalismo es centralista, los políticos de la Restauración no conceden la autonomía a Cuba, Puerto Rico y Filipinas; y sólo empiezan a hablar de esa autonomía cuando es demasiado tarde e insuficientemente: tarde, mal y nunca. 
       
  • Situación de la España de la Restauración
    • Escaso desarrollo económico, social y cultural
    • Patrioterismo nacionalista españolista
    • Prensa manejada
    • Escaso poder militar
    • España no participa en el colonialismo, pero tiene aún bajo la autoridad de su gobierno Cuba, Puerto Rico y Filipinas, más las Carolinas, Marianas y Palaos.
       
  • Situación internacional
    • Aislamiento de España: en la época de los bloques, España no pertenece a ninguno de los dos.
    • La masonería y las otras fuerzas que influyen o controlan a los líderes mundiales tienen como objetivo permanente la desmembración de la Hispanidad, porque ven en ella la continuidad de la Cristiandad militante y expansiva de la Reconquista, de Lepanto, de Mühlberg y de la evangelización de las Indias (América y Filipinas).
    • La masonería venía ya fomentando el nacionalismo antiespañol en Cuba y en Filipinas.
       
  • El liberalismo y el nacionalismo en USA, porque
    • Cuba era ya ambicionada por los sectores expansionistas de los USA, sobre todo por los del Sur, desde los tiempos del contrabando de esclavos negros realizado por los esclavistas de USA antes de su derrota en la Guerra de Secesión (1861-1864). En los EEUU, el aislacionismo predomina, pero los expansionistas, a veces llegan al poder, como ocurrió con la llegada de McKinley a la presidencia de los EEUU.
       
  • La utilización de los insurrectos cubanos y filipinos por los expansionistas norteamericanos.
  • La intervención de la masonería en el mismo sentido, decisivamente, pero en forma no conocida en sus detalles más que de forma fragmentaria.
  • Ya hubo una anterior insurrección y guerra de Cuba cuando la Revolución de 1868, la 1ª Guerra de Cuba (1868-1878) finalizada a duras penas con la Paz de Zanjón.
  • En 1893, la mentalidad centralista de casi todos los políticos del sistema había impedido la aplicación de un decreto redactado por Maura que pretendía introducir en Cuba reformas autonomistas que evitaran que los separatistas cubanos siguieran captando partidarios.
  •  
     
Contexto histórico próximo y antecedentes cercanos:
  • Las guerras contra la insurrección de Cuba (1895-1898) y contra la de Filipinas (1896-1898).
  • La intervención de los USA. La voladura del Maine (266 muertos). El ultimátum.
  • Las expresiones de suficiencia de muchos políticos.
  • Las manipulaciones de la prensa, presentando la situación como muy favorable siempre gracias a los políticos de la Restauración.
  • Las descripciones absurdamente engañosas de la inferioridad de los USA.
  • Las manifestaciones favorables a la guerra tan reales que obligaron a Sagasta a no eludir la guerra con los USA, a sabiendas, él sí, de que estaba perdida, ante el temor de que el pueblo no aceptaría la pérdida de Cuba sin luchar y derribaría el sistema de la Restauración. Al menos así lo daba a entender Sagasta.
  • La Guerra Hispanonorteamericana (1898) y "el Desastre": las matanzas, más que batallas, de Cavite (Filipinas), donde murieron 50 españoles y 25 norteamericanos, y Santiago de Cuba (350 muertos españoles y 1 norteamericano).
  • Tras la derrota, se dice que "el pueblo" se fue a los toros, tomando por el pueblo a unos cientos de espectadores. Cuando la derrota de Cavite, había corrida de toros en Madrid y hubo buena entrada en las localidades de sombra, pero escasa en las de sol, que son las baratas.
    En realidad, el día que llegó la noticia de esa derrota desastrosa de Cavite (tres meses y medio antes de este texto), se formó en Madrid una espontánea manifestación de protesta, nutrida en gran parte por los que salían de esa corrida de toros; y ante esa manifestación, se declaró el estado de guerra y el gobernador Alberto Aguilera dejó su autoridad civil en manos del capitán general Dabán. Hubo graves disturbios en no menos de quince ciudades. En Linares, hubo doce muertos y catorce heridos en los choques con las fuerzas que se oponían a los manifestantes.
    Ningún grupo de oposición estaba preparado, ni quiso aprovechar ese estallido para derribar el gobierno ni el régimen.
  • Es falso que el pueblo fuera indiferente. El jefe del gobierno, Sagasta, justificaba su rechazo del ultimátum y la entrada en la guerra con los USA, haber metido a España en guerra con los USA, diciendo que el pueblo se hubiera sublevado y hubiera derribado el sistema si se entregaba Cuba sin luchar. El pueblo reaccionó ante la derrota de Cavite. Después del desastre, el pueblo ya actúa con una sana psicología no paladeando ya más la catástrofe.
  • Nace el "noventayochismo": la exhibición por los intelectuales y los políticos, desde este artículo de Silvela, de sus lamentos por el "desastre del 98", entre los que no faltan las expresiones de asombro por esta "indiferencia" con la que culpabilizan falsamente al pueblo; un asombro que sólo demuestra que no han entendido al pueblo una vez más. Se les ve el plumero de su incomprensión de lo que es el pueblo cuando así se exhiben con sus lágrimas de cocodrilo.
  • Surge el regeneracionismo, que consiste en:
    • constatar y afrontar los males ocasionados por el liberalismo
    • y proponer soluciones,
      • no quedarse en lamentaciones,
      • ni pasarse a utilizar los problemas para asaltar el poder,
    • pero soluciones dentro del propio sistema corregido con el intervencionismo,
    • Joaquín Costa su iniciador lo sintetiza en el lema "Escuela y despensa": solucionar la miseria física del hambre y el abandono de las masas al analfabetismo.
    • radica en el nacionalismo españolista, pero imitando a la Europa del europeísmo,
      por lo que desconecta contradictoriamente de la España existente en la realidad histórica,
      porque ve en ella la continuidad de la Cristiandad militante y expansiva de la Reconquista, de Lepanto, de Mühlberg y de la evangelización de las Indias (América y Filipinas).
  • La Institución Libre de Enseñanza influye en este y otros aspectos del regeneracionismo con sus creencias, ideas y planteamientos que se se basan en un moralismo laicista y difunden ideas antiespañolas, porque siempre se identifica a España como el país de la Cristiandad militante y expansiva de la Reconquista, de Lepanto, de Mühlberg y de la evangelización de las Indias (América y Filipinas).
    Era una organización de enseñanza privada
    laicista que venía actuando desde 1876.
  • Ven esta crisis como la ocasión que les va a permitir llegar a sus objetivos:
    • Los nacionalismos antiespañoles ven la crisis del 98 como el debilitamiento de España que les facilita llegar al soberanismo.
    • Los republicanos, socialistas y anarquistas ven la crisis del 98 como el debilitamiento del sistema que les facilita  derribarlo para ir a sus respectivas formas de revolución .

TRATADO DE PAZ EEUU-ESPAÑA 1898




         Tratado de paz entre España y Estados Unidos (1898)

Art. 1.º España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos, éstos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones que, por el hecho de ocuparla, les impone el derecho internacional para la protección de vidas y haciendas.
Art. 2.° España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas o Ladrones.
Art. 3.° España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las Islas Filipinas [...]. Los Estados Unidos pagarán a España la suma de veinte millones de dólares (20.000.000) dentro de los tres meses después del canje de ratificaciones del presente Tratado. 
          Art. 4º Los Estados Unidos, durante el término de diez años a contar desde el canje de ratificación
del presente Tratado, admitirán en los puertos de las Islas Filipinas los buques y mercancías
españolas, bajo las mismas condiciones que los buques y mercancías de los Estados Unidos
Art. 6.° España, al ser firmado el presente tratado, pondrá en libertad a todos los prisioneros de guerra y a todos los detenidos o presos por delitos políticos a consecuencia de las insurrecciones en Cuba y en Filipinas, y de la guerra con los Estados Unidos. Recíprocamente, los Estados Unidos pondrán en libertad a todos los prisioneros de guerra hechos por las fuerzas americanas, y gestionarán la libertad de todos los prisioneros españoles en poder de los insurrectos de Cuba y Filipinas [...].


1. El texto es un fragmento del tratado de paz entre USA y España (Paz de París, diciembre de 1898), por el que cesaron las hostilidades entre ambos estados y la guerra por la posesión de los restos del imperio español en el Caribe y el Pacífico.

Se trata de una fuente primaria de temática diplomática y redactada por los representantes de ambos países reunidos en la capital francesa. Por parte española firma María Cristina de Habsburgo, como regente y madre del heredero Alfonso XIII, de trece años de edad en ese momento.

El tratado va dirigido a su conocimiento público internacional y en especial a su difusión entre los pueblos americano y español.

2. El contenido describe las condiciones de una rendición en toda regla de España, y sus artículos establecen el abandono de Cuba, que será ocupada temporalmente por EEUU, y la cesión de la isla de Puerto Rico, las islas Filipinas y una serie de archipiélagos en el Pacífico. España recibirá unas compensaciones económicas y algunos derechos de uso de puertos en estos territorios.

El documento nos pone en relación con dos hechos:

-la decadencia de España en el contexto internacional, con la derrota sin paliativos ante una nueva potencia emergente como los EEUU.

-la importancia de la estrategia estadounidense de forjar su imperio colonial por el Caribe y el Pacífico a costa de una potencia de segunda fila como era en esos momentos España.

3. En el último tercio del siglo XIX, los restos del imperio colonial español en América y Asia se independizaron de nuestro país. En la misma época, las potencias europeas acordaban adueñarse de gran parte del planeta en la Conferencia de Berlín (1885). Esto pone de manifiesto la profunda debilidad y escaso peso internacional de España, debido en parte a la política aislacionista que la Restauración mantuvo dentro del contexto europeo.

Desde 1897 con el cambio de presidencia en USA de Cleveland por McKinley, éste último mucho más partidario de la entrada de su país en guerra contra España, los norteamericanos se encontraban en estrecho contacto con los líderes independentistas cubanos y filipinos. Las campañas de prensa en EEUU de Hearst y Pulitzer movilizaron a la opinión pública en contra del colonialismo español. En 1898 la voladura accidental del acorazado “Maine” en el puerto de La Habana fue el pretexto para una declaración de guerra que se desarrolló en el Caribe y en Filipinas.

Las derrotas españolas en Cavite (Filipinas) y Santiago de Cuba a manos de la armada norteamericana llevaron a la citada Paz de París. España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que quedaron a partir de este momento bajo la influencia y dominio de EEUU.

Las consecuencias del desastre conmocionaron profundamente a la sociedad española. Políticos (Silvela) e intelectuales (Costa, Unamuno, Baroja, etc.) promovieron una revisión de la situación de España. La pérdida de las colonias generó una  crisis de la conciencia nacional y una serie de propuestas de modernización y reforma política: el llamado regeneracionismo político.

Fuente:  http://profebaldomero.blogspot.com.es/2012/02/comentario-tratado-de-paris-1898.html

JOAQUÍN COSTAS Y LA CUESTIÓN SOCIAL


                     Joaquín Costa y la cuestión social

"Después de medio siglo de (...) pronunciamientos, manifiestos, revoluciones, (...) cambios de régimen y de dinastía, proclamación de Constituciones (...), tenemos lo que se pedía, constitución liberal, (...) sufragio universal, derechos individuales y, sin embargo, seguimos lo mismo que estábamos: el pueblo gime en la misma servidumbre que antes, (...) su mísera suerte no ha cambiado en lo más mínimo, (...).
¿Y sabéis por qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la "Gaceta", (...) porque no se cuidaron de afianzarla dándole cuerpo y raíz en el cerebro y en el estómago, promoviendo una transformación honda de la agricultura, que haga producir doble que al presente y disminuya el precio de las subsistencias, y, mediante la difusión de la propiedad territorial, elevando a los braceros a la condición de terratenientes. (...) No vieron que la libertad sin garbanzos no es libertad. No vieron que por encima de todas las Constituciones y de todos los derechos individuales (...) el que tiene la llave del estómago tiene la llave de la conciencia, y, por tanto que el que tiene el estómago dependiente de ajenas despensas no puede ir a donde quiere, no puede hacer lo que quiere, no puede pensar como quiere, no puede el día de las elecciones votar a quien quiere; no reflexionaron que el que no sabe es como el que no ve, y que el que no ve tiene que ir conducido por Lazarillo a donde el Lazarillo quiere llevarle, que raras veces es a donde al ciego le conviene, que casi siempre es a donde le conviene al lazarillo, (...) la revolución no pudo rendir fruto alguno, quedó estéril".
Joaquín Costa. "La tierra y la cuestión social"
    Referencias Biográficas del autor:

    Joaquín Costa (1846-1911), notario aragonés, reformista social que promueve el regeneracionismo. "La tierra y la cuestión social" es el Tomo IV, publicado póstumamente en 1912, de la "Biblioteca Económica", de las obras completas de Joaquín Costa. Contiene un conjunto de textos de Costa, que había fallecido en 1911.
    Clasificación del texto
    • Como fuente:

      Es fuente primaria o histórica para conocer las ideas de Costa.
      Es fuente secundaria o historiográfica para conocer la realidad en sus aspectos socioeconómicos.
    • Según su materia: social.
    • Según su carácter, ideológico, ensayístico, reformista, porque hace propuestas, no es una ley.
    Contexto histórico remoto y antecedentes lejanos:
    • El liberalismo se implantó supuestamente en nombre de la libertad y del "Pueblo" mediante golpes militares y guerras y se mantenía mediante la corrupción electoral.
    • El liberalismo había dejado al pueblo en la miseria material del jornalerismo masivo con la desamortización.
    • El liberalismo había frustrado y hecho imposible el desarrollo económico al dejar sin medios a una gran masa social, porque el principal factor de desarrollo económico es la población, si tiene un mínimo de medios materiales y culturales. Y el jornalerismo era masivo. Más de un tercio de la población activa está en ello.
    • El liberalismo se preguntaba de qué se podía quejar el pueblo, si todo se hacía en nombre del Pueblo al que se le había proclamado Soberano, como si fuera Dios.
    • Desde la segunda mitad del XIX, se llamaba la cuestión social a la situación del pueblo dejado en la miseria por la explotación liberal y al malestar desesperado del pueblo que podía ser utilizado por los demagogos y por los revolucionarios.
    • La miseria no es lo mismo que la pobreza, que es vivir con lo justito en medio de continuas privaciones.
      La miseria es estar por debajo del minimo vital. Es miseria material, miseria cultural, miseria moral, miseria religiosa, miseria social y miseria política.
    • La miseria material del jornalerismo masivo y el hambre. El hambre del jornalerismo creado por la desamortización de la revolución liberal, alabada porque fue contra la Iglesia, pero utilizado ahora el malestar desesperado del hambre de los jornaleros para hacer la nueva revolución contra los liberales.
      • La miseria cultural del analfabetismo masivo.
      • La miseria social de la emigración y el desarraigo del medio urbano, mucho más descristianizado por el liberalismo, que a los que, con la emigración a la ciudad, escapaban del hambre los ponía en peligro de las nuevas lacras: el alcoholismo, la prostitución y la manipulación por los demagogos.
      • La miseria moral de la prostitución y del alcoholismo.
      • La miseria religiosa y humana de la descristianización. El proceso de descristianización progresaba sobre todo en los dirigentes, que basaban sus reformas en sus propias ideas y en su voluntad. No creían que la moral, la ética por la que se debe regir la economía, la política y la vida social en su conjunto, sólo es factible con los medios que tiene la Iglesia católica: sus enseñanzas y la gracia para poder practicarlas, como todavía creía el pueblo. Todos pretendían que el pueblo creyese en ellos.
      • La miseria política de la utilización de los problemas y de la gente con problemas por los demagogos y por los revolucionarios más radicales para hacerse con el poder.
    • Ahora llegaba la revolución socialista y anarquista que utilizaba el malestar desesperado de los inmensos sectores populares dejados en la miseria por el liberalismo.
    • El analfabetismo es masivo después de décadas de revolución liberal hecha en nombre del Pueblo Soberano y después de un siglo de la Ilustración impuesta para sacar al pueblo de la superstición. El liberalismo tenía en la miseria cultural del analfabetismo al 63'79% de la población en 1900. (Véase estadística abajo).
      Paradójicamente el analfabetismo es mitigado en la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), en la que se reduce a menos del 50% y es vencido en la dictadura de Franco (1936-1975), en la que se llega a la situación actual en que se puede considerar que está erradicado.
      Hay un relativo avance hacia la alfabetización en las décadas que finalizan en 1920 y en 1930, como se ve en la tabla. Pero no se consigue bajar de los 11 millones de analfabetos hasta la última fecha. No será, pues en esta época cuando se venza el problema, aunque se había empezado a combatir.
Años
Millones de habitantes
Millones de analfabetos
%
1860
15'6
11'8
75'5
1877
16'6
11'97
72
1887
17'5
11'94
71'5
1897
18
11'8
63'8
1900
18'59
11'87
63'79
1910
19'99
11'86
59'39
1920
21'3
11'16
52'23
1930
23'67
10'5
44'47
1960
30'58
3'4
11'2
1970
33'95
1'9
5'7
    Contexto histórico próximo y antecedentes cercanos:
    • La crisis de 1898 y el examen de conciencia al que se ven obligados ante ese desastre. ¿Quiénes? Los que dirigen al pueblo. Los políticos. Los intelectuales.
    • El sistema de la Restauración. La Constitución de 1876. La monarquía con la que parecía que se estabilizaba la revolución liberal.
    • Además, desde 1890 con sufragio universal y todo.
    • El turnismo. La farsa electoral. El caciquismo.
    • El regeneracionismo, que dominará en todos los programas en el primer tercio del siglo XX.
      Joaquín Costa su iniciador lo sintetiza en el lema "
      Escuela y despensa": solucionar la miseria física del hambre y el abandono de las masas al analfabetismo.
      Y, ya desde 1898, lo formula así:
      • Intervención del Estado en la economía.
      • Política hidráulica: canales de regadío
        • para "producir el doble... y abaratar el precio de las subsistencias".
      • "Difusión de la propiedad territorial, elevando a los braceros a la condición de terratenientes".
        • Al contrario que el socialismo que propugna eliminar la propiedad.
      • Tierras comunales de los pueblos. Vías de comunicación.
      • Seguridad social para los jornaleros del campo, los obreros y los comerciantes.
      • Mercados exteriores para los productos agrarios.
      • Autonomía de los municipios para combatir el caciquismo (el control centralista lo fomentaba).
      • Reducir el analfabetismo, fomentar la enseñanza primaria mejorando la situación de los maestros.
      • Vinculación con las naciones hispanoamericanas para frenar el avance absorbente de los USA.
      • Dice que para todo esto hace falta un "cirujano de hierro".
      • La obra más famosa de Costa resume los aspectos sociopolíticos: Oligarquía y caciquismo como la forma de gobierno actual en España. Urgencia y modo de cambiarla. (Memoria presentada en el Ateneo de Madrid en 1901 por Joaquín Costa)
      • El regeneracionismo radica en el nacionalismo españolista, pero imitando a la Europa del europeísmo, cuando España desde su origen era máximamente parte fundamental de la Europa de la Cristiandad. (Asoma aquí el viejo complejo de inferioridad tan typical spanish).
        por lo que desconecta contradictoriamente de la España existente en la realidad histórica,
        porque ve en ella la continuidad de la Cristiandad militante y expansiva de la Reconquista, de Lepanto, de Mühlberg y de la evangelización de las Indias (América y Filipinas).
        Triple contradicción del
        europeísmo laicista de los regeneracionistas y de todos los noventayochistas. La Generación del 98 y el europeísmo:
        • La contradicción entre lo que tienen de nacionalistas españolistas y lo que tienen de europeísmo laicista
        • La contradicción contra el pueblo español enraizado en la tradición española a la que es hostil su europeísmo laicista.
        • La contradicción del europeísmo laicista con la europeidad de la Cristiandad en la que está la España tradicional de una forma aún más intensificada por la combatividad con la que defendió a la Cristiandad en la Reconquista, en Mühlberg y en Lepanto y por la expansión ecuménica de la Cristiandad por las Indias de los dos hemisferios.
    • La Institución Libre de Enseñanza influye en éste y en otros aspectos del regeneracionismo con sus creencias, ideas y planteamientos que se se basan en un moralismo laicista y elitista y difunde ideas contrarias a la tradición española.
      Era una organización de enseñanza
      privada y elitista que venía actuando desde 1876 y cuyos miembros exhiben un complejo de superioridad que desprecia constantemente todo lo popular.
    • Ven la crisis de 1898 como la ocasión que les va a permitir llegar a sus objetivos los sectores antisistema:
      • Los nacionalismos antiespañoles ven la crisis del 98 como el debilitamiento de España que les facilita llegar al soberanismo.
      • Los republicanos, socialistas y anarquistas ven la crisis del 98 como el debilitamiento del sistema que les facilita derribarlo para ir a sus respectivas formas de revolución .
    • Significado del texto: pone el dedo en las llagas del liberalismo, pero se queda en el materialismo.

RECONSTITUCION ESPAÑA. JOAQUIN COSTAS

     Reconstitución y europeización de España


“ (...) Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o gobernante, distribuida o encasillada en "partidos". Pero aunque se lo llamemos, no lo es; si lo fuese, formaría parte integrante de la Nación, sería orgánica representación de ella, y no es sino un cuerpo extraño, como pudiera ser lo una facción de extranjeros apoderados por la fuerza de los Ministerios, Capitanías, telégrafos, ferrocarriles, bateríasy fortalezas para imponer tributos y cobrarlos.

(...) Contener el movimiento de retroceso y africanización absoluta y relativa que nos arrastra cada vez más lejos, fuera de la órbita en que gira y se desenvuelve la civilización europea; llevar a cabo una total refundición del Estado español sobre el patrón europeo, que nos ha dado la historia y a cuyo empuje hemos sucumbido(...) o, dicho de otro modo, fundar improvisadamente en la Península una España nueva, es decir, una España rica y que coma, una España culta y que piense, una España libre y que gobierne."

Joaquín Costa, 1900